PREPARATIVOS
- Reserva con anticipacion el lugar donde te vas a hospedar. Si piensas quedarte más de una semana, no pagues un céntimo hasta ver el lugar con tus propios ojos.
- Resérvalo tú mismo, por teléfono o por internet. Los terceros son unos idiotas despreocupados. Siempre.
- El equipaje para un viaje de dos meses es el mismo que para un viaje de dos semanas.
- Cosas que olvidé y debí haber traído en mi viaje: Analgésicos, sábanas y una almohada, cubiertos, mantel y una plancha de viajero.
- Lo primero que debes comprar es un mapa de la ciudad. Escoge uno que no se desdoble del tamaño de un poncho y se note a leguas que no conoces nada. Los turistas cojudos son los preferidos de los amigos de lo ajeno.
AHORRAR
- Ningun ahorro justifica compartir habitacion con una persona que no conoces.
- El ahorro no es comer mal, sino caminar todos los días la distancia que sea necesaria hasta donde se come bien.
- Dejar de comprar un seguro de viaje tampoco es ningún ahorro.
- Saber freir un huevo hace la diferencia.
SEGURIDAD
- Cerciórate de las coberturas del seguro que compraste, e infórmate de los pasos a seguir y teléfonos a marcar en caso de necesidad.
- Se cauto. No despiertes la codicia de los que te rodean. Por ejemplo, utiliza tu iMac de última generación en la privacidad de tu habitación.
- Lleva escrupuloso control de tu dinero, anotando los gastos y guardando recibos de las compras importantes. Si te falta dinero, cerciorate de que no se trata de un gasto pasado por alto antes de asumir que te robaron.
- Imagina que te han robado parte de tu dinero y toma las precauciones necesarias para que no te roben el resto. Luego, siéntete feliz de haber tomado dichas precauciones sin necesidad de haber sufrido robo alguno.
- Anota en un papel tus datos, el número de tu aseguradora y el código del seguro, y engrápalo en tu pasaporte, el cual debes llevar encima en todo momento. Tu DNI no sirve para nada. Tu tarjeta bonus tampoco.
DESCUBRIMIENTOS
- El transporte público de mi país es un asco.
De verdad. Es un asco. - La carne argentina rica, abundante y barata es un mito. Sólo son baratos los colectivos, el pan y las flores, pero éstas saben muy mal.
- Al igual que en mi patria, en Argentina hay mujeres blancas, altas, guapas y de ojos claros, y también las hay bajitas, morenazas y poco agraciadas. La diferencia es la proporción.
Los extraño a todos.
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