Los reactores nucleares están diseñados para este propósito, usualmente mediante la partición de átomos de Molibdeno. Si el proceso es controlado, se generarán variados radionúclidos para su empleo en diversas áreas de la ciencia. Si la fisión no es controlada, ocurre esto:
Radioactividad
Los radionúclidos (o isótopos radiactivos, según los colegas mayores) emiten tres tipos de emisiones básicas:
- Partículas alfa: Consistentes en dos protones + dos neutrones (o un núcleo de Helio). Es altamente energética, debido a su masa y su avidez por captar electrones del medio. Sin embargo, una hoja de papel en la piel de una persona sería suficiente para detenerla.
- Partículas beta: No es otra cosa que un electrón eyectado a alta velocidad a partir de un núcleo inestable.
- Como resultado de estas emisiones se produce una cantidad de energía en el núcleo, el cual tiende siempre al equilibrio, por lo que la suele liberar en forma de radiación gamma (la del increíble Hulk), que comparte muchas de las propiedades de nuestros queridos rayos X, entre ellas, la de penetrar fácilmente la materia, por lo que es la más riesgosa.
Decaimiento
Al introducir radiofármacos a un sistema biológico (ejemplo: tu sangre), ocurren dos procesos que reducen la radioactividad:
- Decaimiento físico: Recordemos que el núcleo radiante está en proceso de desintegración, y en algún momento no le quedará nada que emitir. Aquí puede entrar el concepto de Vida Media Física (la unidad de medida es el Curie [Cu], que equivale a 3,7 x 1010 desintegraciones por segundo), que señala el tiempo necesario para agotar la mitad del número original de átomos.
- Eliminación biológica: Ya que todo lo que entra tiene que salir, la Vida Media Biológica es el tiempo requerido para que el cuerpo elimine la mitad de la dosis del radiofármaco administrado.
- La relación de ambos fenómenos nos da la Vida Media Efectiva.
Antes de ser administrados en el paciente, los radionúclidos son asociados a fármacos de diversa naturaleza (como por ejemplo, la fluro-desoxi-glucosa), generando un patrón de emisión más o menos específico de determinadas condiciones fisiológicas o patológicas.
Esto es el fundamento de la Medicina Nuclear.
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