Eso nos enseñaron en pregrado, no? El diagnóstico clínico de un TEC es indicativo directo de que nuestro paciente debe ir al tomógrafo, motivo por el cual un sinnúmero de niños que alguna vez se caen de cabeza (estimado en el 99% de la totalidad de niños menores de 5 años, con un 1% de margen de error) son irradiados, muchas veces por las puras alverjas.
Un artículo próximo a publicarse en Lancet recaba datos de 25 hospitales de niños en el estado de California, y revela que uno de cada cinco niños (unos 8000) no necesitaba de la tomografía debido a su bajo riesgo clínico según el protocolo que todos manejamos a nivel mundial, y que incluye historia de deterioro neurológico, la presencia de fracturas palpables, y la manera en que se produjo la lesión (he visto practicar una tomografía a un niño que recibió un golpe de puño de un compañerito del kinder).
Hace ya varios años que la tomografía ha dejado de ser un estudio prohibitivo en la mayoría de las salas de urgencias, por lo que deben tenerse en cuenta estas recomendaciones para minimizar el empleo de estudios innecesarios y, sobre todo en el pequeño paciente, someterlo a grandes dosis de radiación por presión de los padres o falta de criterio de su médico.
Ahora, si de hacerle perder el tiempo al paciente se trata, sáquenle una de éstas. Está demostrado que no sirve para nada.
Fuente:
http://www.pecarn.org/
1 comentario:
CLARO RAYOVAC OJALA Y SE MEJOREN LAS EVALUACIONES DEL CLINICO PARA UNA MEJOR INDICACIOON DE EXAMENES
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